SALA DE CASACIÓN CIVIL

Magistrado Ponente: CARLOS OBERTO VÉLEZ

 

         En el juicio que por cumplimiento de contrato de seguro de vehículo intentó ante el Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, el ciudadano  ANTONIO RAMÓN AVILA, representado por los profesionales del derecho Carlos Machado Manrique, Ramón Alfredo Aguilar Camero, Ramiro Sosa Rodríguez y Odette Gemina Favin Rodríguez, contra la empresa LA VENEZOLANA DE SEGUROS, C.A., representada por el abogado en ejercicio de su profesión Gustavo Guerrero Eslava; el Juzgado Superior Tercero en lo Civil, Mercantil  y del Tránsito de la misma Circunscripción Judicial, en fecha 8 de noviembre de 1999, dictó sentencia declarando parcialmente con lugar la demanda, confirmando el fallo apelado en todas y cada una de sus partes e imponiendo a la perdidosa al pago de la suma alli indicada y condenándola a su vez al pago de las costas procesales.

         Contra el fallo proferido, anunció recurso de casación la demandada, el cual una vez admitido, fue oportunamente formalizado. No hubo impugnación.

         Concluida la sustanciación del recurso, pasa la Sala a dictar su máxima decisión procesal, bajo la ponencia del Magistrado que con tal carácter suscribe el presente fallo, y lo hace previas a las siguientes consideraciones:

 

RECURSO POR DEFECTO DE ACTIVIDAD

ÚNICO

         Con fundamento en el ordinal 1º del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, se denuncia la infracción de los artículos 243 ordinal 3º y 12º del Código de Procedimiento Civil.

         A tales efectos, el formalizante alega:

“...la recurrida narra extensamente los alegatos contenidos en el libelo de la demanda y cuando se trata de fijar los hechos y excepciones alegados por la parte demandada en su escrito de contestación a la demanda, hace la siguiente consideración:

 

‘Mediante escrito fecha 30 de Junio (sic) de 1.997 (sic), la parte accionada procede a dar su contestación a la demanda, el cual ríela del folio ochenta y cuatro al folio noventa y ocho’ Sic.(página seis de la sentencia, que corre al folio 300 del expediente).

 

Como puede apreciarse la recurrida no hace la síntesis de los términos en que quedó planteada la controversia, síntesis que por imperio del ordinal 3º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil tenía el deber legal de hacer para establecer el contenido y los límites del debate sometido a su consideración; de la frase anteriormente transcrita no puede determinarse que la recurrida cumplió con tal deber legal. Dicha frase no permite establecer que se ha cumplido el requisito exigido para toda sentencia en el articulo 243 ordinal 3º del Código de Procedimiento Civil, ni tal frase permite, a quien lea la sentencia, incluido este Alto Tribunal, estatuir que el fallo se ha dictado conforme a la pretensión deducida y a las excepciones o defensas opuestas, y que el Juzgador se atuvo a lo alegado y probado en autos en cumplimientos de la norma de conducta contenida en el artículo 12 ejusdem.

 

La recurrida incumplió su deber legal de hacer una síntesis de los términos en que quedó planteada la controversia, por haber omitido toda consideración sobre los hechos y las excepciones y defensas contenidos en la contestación de a demanda, omisión que mal podría conducir a reputar tácita e implícitamente contradicha la demanda en forma genérica, con detrimento de la verdad procesal y del derecho de defensa del demandado que no puede establecerse sobre el silencio, sino que resulta de los alegatos expresos contenidos en la contestación de la demanda, porque el Juez, por voluntad de la ley debe atenerse a las pretensiones deducidas y a las excepciones o defensas opuestas que delimitan el objeto del proceso.

 

El Dr. Arístides Rengel Romberg (sic) en su tratado (sic) de Derecho Procesal Civil Venezolano, al referirse a esta exigencia de la ley, señala: ‘la exigencia de una síntesis clara, precisa  lacónica de los términos en que ha quedado planteada la controversia, se refiere a la expresión en la parte narrativa de los términos del problema judicial o Thema decidendum, entendido tradicionalmente por la casación venezolana, como el problema circunscrito a los términos de la demandada y de la contestación, que debe ser hecha en toda sentencia, pues de lo contrario, mal podría decirse que el Juez resolvió con arreglo a la pretensión y a la defensa’ (Tomo II, página 296-Editorial Arte- Caracas- Venezuela –1.994 (sic)).

 

El Thema decidendum, entendido como el problema circunscrito a los términos de la demanda y de su contestación no puede establecerse legalmente si el Juez omite toda expresión sobre las oposiciones de la demandada a la pretensión de la parte actora. De la lectura de la sentencia se comprueba que la recurrida ignoró excepciones y defensas alegadas por la parte demandada y que no comprendió el Thema decidendum que tenía que resolver.

 

La demandada alegó, entre otra excepciones, el hecho del asegurado como productor del siniestro, y lo hizo en los términos siguientes:

 

‘Alego a todo evento, y en el supuesto negado de ser considerada por el Tribunal procedente la acción ejercitada, que mi representada no está obligada a responder de la pretendida pérdida de la cosa asegurada de conformidad con lo dispuesto en el artículo 565 del Código de Comercio, por cuanto la pérdida proviene del hecho personal del asegurado. En efecto, el pretendido daño de la cosa asegurada fue causado por el asegurado al conducir el vehículo a exceso de la velocidad, a las 0,30 horas del día 25 de Agosto (sic) de 1.996(sic) en una vía mojada .El hecho del asegurado es la causa del daño que el tomador del seguro dice sufrió la cosa asegurada. Pido así se declare’.(Copiado textualmente, escrito de contestación de la demanda, folio 95).

 

Asimismo, de la lectura de la demanda se evidencia que el actor ejercita la acción de cumplimiento de un contrato de seguro, fundando su petición en la pérdida estructural de la cosa asegurada, o sea, porque el monto de los daños materiales es superior a las tres cuartas partes del valor del bien asegurado. La demanda por su parte alegó la improcedencia de la demanda por no haberse ejercitado la acción de abandono, defensa que expresó en la contestación de la demanda en los términos siguientes:

 

‘alego que la demanda es improcedente porque en ella no se ejercita la acción de abandono de la cosa asegurada, ni puede ser ejercitada porque en el poder no se confiere esa facultad a los apoderados que en él aparecen. El abandono de la cosa asegurada es una conditio jure et de jure de la indemnización por la pérdida total de la cosa asegurada, de suerte que habiéndose omitido esta acción en la demanda, la indemnización pretendida es improcedente. Pido un pronunciamiento expreso del Tribunal sobre esta defensa.’ (escrito de contestación de la demanda, al folio 97).

 

Con la venia de estilo me permito resaltar que la recurrida ignoró, totalmente, defensas opuestas por la demandada, y que la frase ‘Mediante escrito fecha 30 de Junio (sic) de 1.997 (sic), la parte accionada procede a dar contestación a la demanda’, expresada por la recurrida, no puede configurar el requisito exigido por el legislador en el ordinal 3º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil de contener la sentencia síntesis del Thema decidendum, en forma clara, precisa y lacónica. La omisión de fijar en la sentencia los términos en que quedó circunscrita la controversia  en función de la demanda y su contestación, constituye violación por la recurrida del ordinal 3º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil y del artículo 12 ejusdem, que obliga a los jueces a resolver la controversia en los términos en que ha quedado planteada por la demanda y su contestación.

La jurisprudencia pacífica y constante de la Sala de Casación Civil de la antigua Corte Suprema de Justicia, ha reiterado el criterio que el vicio de falta de síntesis en la decisión se comete cuando el Juez obvia indicar, con sus palabras, cómo queda trabada la controversia, de conformidad con lo alegado por las partes que permita decidir si el sentenciador entendió o no el problema sometido a su consideración. En sentencia de fecha 10 de Octubre (sic) de 1.996(sic), con ponencia del magistrado (sic) Dr. Anibal Rueda, en el Juicio de Belfort Glass C.A. contra Seguro Saint Paúl de Venezuela C.A., expediente Nº 96-555, la Sala dijo:

 

Si bien la recurrida no debe contener la síntesis de todos los alegatos que se formularon juicio, tanto en el libelo como en la contestación, dada la índole de la decisión, que se pronuncia sobre una defensa capaz de enervar cualquier otro alegato, al menos debe contener la síntesis de cómo quedó trabado el problema judicial de conformidad con dicha defensa opuesta, como fue la prescripción’. (Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia- Dr., Oscar R. Pierre Tapia- Tomo 10- Oct. 96 pág 295).

 

 

 Igualmente, en el Juicio de Desarrollos Verticales C.A. contra Liborio Parra Gutiérrez, la Sala expresó:

 

‘Considera este Alto Tribunal que en ambos casos se deja de cumplir con el precepto legal, es decir, cuando el Juez se extiende a la narrativa, dejando a un lado el mandato de que se haga una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que ha quedado planteada la controversia y cuando el Juez incumple el precepto, es decir, no realiza ninguna síntesis y no deja en forma clara y precisa determinados los términos en que quedó planteada la litis...’ (Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia- Dr., Oscar R. Pierre Tapia, sentencia de 10 de Octubre (sic) de 1.996 (sic), Tomo 10,  pág 297 (sic).

 

La omisión por la recurrida de al síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que quedó planteada la controversia no sólo anula la sentencia por aplicación del artículo 244 del Código de Procedimiento Civil sino que constituye violación evidente del ordinal 3º del artículo 243 del citado Código de Procedimiento Civil y del artículo 12 ejusdem y, en consecuencia, con fundamento en lo anteriormente expuesto, con el debido respeto pido a este Alto Tribunal casar el fallo por el motivo alegado.” 

 

 

Para decidir, la Sala observa:

         El ordinal 3º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, prevé:

“Toda sentencia debe contener:

 

‘...Una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que ha quedado planteada la controversia, sin transcribir en ella los actos del proceso que consta de autos’”.

 

         La doctrina y la jurisprudencia de la Sala han venido exponiendo sus criterios en relación con la disposición legal sometida a consideración. Una de la mas acertadas, es la del profesor Leopoldo Márquez Añez, cuando en su obra “El Nuevo Código de Procedimiento Civil”, expresa:

“...Tal objetivo reside en la necesidad de que el pronunciamiento del juez defina los términos del problema judicial que se dirige a resolver, de modo que la exigencia explícita de este requisito en el nuevo Código, subsana una manifiesta laguna legislativa de toda la legislación procesal anterior  en Venezuela, la cual ha sido oportuna y cabalmente llenada por la doctrina de nuestra casación. En efecto, no obstante no existir en nuestro Código de Procedimiento Civil alguna norma que exigiera por parte del Juez la determinación del problema judicial debatido entre las partes, y objeto de la sentencia, nuestro Alto Tribunal elaboró toda una jurisprudencia sobre el particular que arrojó una apropiada luz sobre el referido vació legislativo. En la casación venezolana existe una larga tradición sobre lo que debe entenderse por problema judicial, como tema y objeto de la sentencia. En efecto , una vieja decisión de 16 de julio de 1915 dio la siguiente definición de este concepto:

 

 

‘...el problema jurídico sometido a la decisión de los jueces queda circunscrito a los términos de la demanda y de la contestación, por lo cual sólo pueden resolver las cuestiones que hayan sido presentadas en esos actos, aplicando el derecho a los hechos alegados y probados’.

 

 

Con estas expresiones, la casación resumió los límites de los poderes del juez en la decisión, condensados en la máxima sententia debet esse conformis libello, y erigió en tesis del más alto nivel de jurisprudencial lo que enseñaba la doctrina procesal más tradicional.

 

Como comprobación de la raigambre de tal tesis, es útil tener en cuenta que 55 años después de aquella decisión, la casación repitió la definición en términos idénticos, en sentencia del 22 de octubre de 1970, afirmando que ‘El problema jurídico sometido a la decisión de los jueces queda circunscrito a los términos de la demanda y de la contestación, por lo cual sólo puede comprender las cuestiones que hayan sido presentadas en dichas actas’. Y en cuanto se refiere a la obligación de los jueces sobre la determinación y definición del problema judicial que se les somete, la Corte fue enfática al establecer que ‘cuando la Ley estatuye que la decisión debe dictarse con arreglo a las acciones deducidas y las excepciones o defensas opuestas, le está ordenando al juez que debe expresar en el fallo como quedó constituida en cada caso la relación jurídica procesal creada por la demanda y por la contestación. La determinación del problema judicial circunscrito por la acción y la contradicción, debe ser hecha en toda sentencia, pues de lo contrario, mal podía decirse que el juez resolvió con arreglo a la acción y a la defensa’.(Sentencia de 14 de mayo de 1968, Gaceta Forense Nº 60, página 275). En esta forma pues, es como la casación venezolana ha entendido el deber que tienen los jueces de definir y expresar en sus fallos la manera como quedó determinado el problema judicial objeto de la sentencia. Hasta ahora, como he dicho, este deber del juez, que constituye por lo demás un principio presupuesto de todo fallo en materia civil, eran un requisito de la sentencia impuesto por la jurisprudencia, pero no determinado por la Ley.

El nuevo Código ha subsanado esta grave omisión, y en conjugación y armonía con la jurisprudencia existente, le dice al juez que ese deber para la determinación del problema judicial, se puede cumplir, y se debe cumplir, a través de una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que quedó planteada la controversia, sin transcripción de actos que ya constan del expediente...” (Márquez Añez, Leopoldo, Nuevo Código de Procedimiento Civil, pág. 45)  

 

         Para una mejor comprensión de la decisión que deberá dictar la Sala, se permite transcribir la parte pertinente del fallo recurrido que se atribuye como la parte narrativa; y la cual a la letra dice:

“Conoce esta Alzada de la apelación interpuesta por la parte demandada, contra la sentencia dictada por el Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Area Metropolitana de Caracas, en fecha 06 de Mayo (sic) de 1.998 (sic), mediante la cual declaró parcialmente con lugar la demanda.-

 

Oída en ambos efectos dicha apelación, el Tribunal de la causa, mediante auto fechado 04 de Junio (sic) de 1.998 (sic) ordenó la remisión de las actuaciones al Tribunal Superior Distribuidor de turno.-

 

El 12 de Agosto (sic) de 1.998 (sic), el Juzgado Superior Quinto en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Area metropolitana (sic) de Caracas, en su condición de Tribunal Distribuidor, asigna las presentes actas a esta Alzada para su conocimiento y decisión.-

Mediante auto de fecha 16 de Septiembre (sic) de 1.998 (sic), esta Superioridad le dá entrada al presente expediente, fijándo (sic) un lapso para que las partes presentes (sic) sus respectivos escritos de informes.-

 

En fecha 15 de Octubre (sic) de 1.998 (sic), se verificó el acto de informes al cual comparecieron ambas partes.-

 

Al observaciones (sic), fijado para el día 30 de Octubre(sic) de 1.998 (sic), únicamente compareció la parte actora, por lo que el Tribunal dijo ‘VISTOS’, entrado en términos para sentenciar.-

 

Mediante auto dictado el 11 de Enero (sic) de 1.999 (sic), esta Alzada hace constar que debído (sic) al excesivo volumen de causas pendientes por decisión, difiere el acto de dictar sentencia para dentro del Trigésimo día  calendario.-

 

En vista de la imposibilidad de lo dispuesto en el citado auto, se dejó constancia el día 10 de Febrero (sic) de 1.999 (sic), que se dictara sentencia en la fecha más inmediata posible, previa la notificación de las partes.

 

Mediante auto dictado el 04 de Junio (sic) de 1.999 (sic), el Dr. RAFAEL ANGEL HERNANDEZ GONZALEZ, se avocó al conocimiento de la presente causa, en virtud de haber sido convocado en su carácter se segundo suplente de este Tribunal Superior, previa juramentación por ante (sic) la Corte Suprema de Justicia y haber tomado posesión del Cargo.- 

 

Siendo el momento para dictar sentencia, esta Alzada lo hace previa (sic) las siguientes consideraciones:

 

La presente demanda fue interpuesta en fecha 25 de Febrero (sic) de 1.997 (sic), fundamentada en el hecho de que en fecha 23 de Octubre de 1.995 la empresa PREVALCO, C.A., contrató con la demandada un poliza (sic) de seguros Nº 44.731 la cual contiene un certificado distinguido con el Nº 13, que ampara el vehiculo (sic) propiedad del actor, clase camioneta; tipo camioneta Pickup, marca Ford; año 1.994 (sic), modelo Bronco Pickup; placas XYF-453; serial del motor; V-8 CIL; serial de carrocería AJU1RP-11647; uso carga liviana, tonelada 2,00; certificado de Registro de Vehículo Nº AJURP11647-1-1; del seguro desde el 30 de Mayo (sic) de 1.996 (sic) hasta el 30 de mayo (sic) de 1.997 (sic); cobertura otorgada: Perdida Total, Motín o Disturbios callejeros.- Valor total asegurado CINCO MILLONES DE BOLIVARES (Bs. 5.000.000,00) y en fecha 25 de Agosto (sic) de 1.996 (sic), el actor sufrió un accidente al producirse un volcamiento del vehículo antes descrito en la carretera San Casimiro- Cua, sector Aragüita, aproximadamente a las 12:30 a.m. dicho accidente fue reportado con el Nº 416 por la Dirección de Vigilancia de la Dirección General de Transporte y tránsito Terrestre del Ministerio de Transporte y Comunicaciones, Zona 1, Destacamento 12, Puedsto (sic) Cua.- Señala el actor, que se dirigía hacia la ciudad de Ocumare del Tuy procedente de Camatagua, cuando saliendo de una curva, había un auto atravesado en la vía, el cual lo obligó a salir de la vía y volcarse.- Igualmente, señala el actor que las condiciones de seguridad eran buenas y para el momento en que ocurrió el accidente el vehiculo (sic) no excedía los limites de velocidad establecidos para la circulación de vehiculos (sic) automotores, con las condiciones de la vía mojada y tiempo oscuro.- Que la causa del accidente se originó por el vehiculo (sic) atravesado en medio de la vía mojada.- que los daños sufridos por el vehiculo (sic) de acuerdo con el avalúo efectuado por el ciudadano ANDRES YEPEZ se trata de una perdida total y que da conformidad con la poliza (sic) de seguro antes señalada la demandada debería indemnizar al actor con la cantidad de CINCO MILLONES DE BOLIVARES (Bs. 5.000.000,00), por cuanto el importe de la reparación de los daños es igual o mayor al 75% del valor asegurado incluyendo sus accesorios.- Que pagó la prima de seguro según recibo de prima Nº  551633 y que habiendo cumplido con todas las obligaciones establecidas en la poliza (sic) la demandada se niega a cumplir con su obligaciones, a pesar de haber transcurrido más de treinta días (sic) hábiles desde que el actor entregara a la demandada toda la información y los recaudos exigidos en la poliza(sic) para liquidar el siniestro.- Que la razón que indica la demandada está contenida en una correspondencia enviada por la coordinadora S.R.L., a la contratante de la póliza; es que la reparación de los daños del vehículo siniestrado no alcanza 75% de la suma asegurada según un primer presupuesto realizado y el cual asciende a la cantidad DOS MILLONES OCHOCIENTOS CUARENTA Y UN MIL SETECIENTOS CINCUENTA (Bs. 2.841.750,00) y que por lo tanto no es perdida total.- Que reclama por daño emergente la cantidad de CUARENTA Y DOS MIL BOLIVARES (Bs. 42.000,00) diarios como pago de arrendamiento por otro vehiiculo (sic) similar desde el 29 de Septiembre (sic) de 1.996 (sic).- Que demanda el el cumplimiento de la póliza y exige la liquidación a la demandada de la cantidada (sic) de CINCO MILLONES DE BOLIVARES (Bs. 5.000.000,00) monto asegurado establecido en el certificado individual para seguro de flota de vehículo terrestre-casco, así mismo demanda el pago de los daños y perjuicios a razón de CUARENTA Y DOS MIL BOLIVARES (Bs. 42.000,00) díarios (sic) según contrato de arrendamiento desde el día 27 de Septiembre (sic) de 1.996 (sic) hasta la fecha de la demanda la cual estima en la cantidad de CINCO MILLONES OCHOCIENTOS OCHENTA MIL BOLIVARES (Bs. 5.880.000,00), así como los daños y perjuicios como daño emergente que se sigan causando hasta el efectivo cumplimiento de la demanda, con el correspondiente ajuste que se efectuara  en el contrato de arrendamiento  del vehículo arrendado; que demanda la corrección monetaria o ajuste por inflación de las cantidades de dinero correspondiente a la liquidación del siniestro y las correspondientes al daño emergente, en consideración al indico de inflación mensual  establecido por el Banco Central de Venezuela.- Desde la fecha en que la compañía se seguros incumplió hasta la fecha en que se dicta la sentencia definitiva, para lo cual solicita una experticia complementaria del fallo y por último solicita el pago del as costas y costo del proceso las cuales estimó en TRES MILLONES DOSCIENTOS MIL BOLIVARES (Bs. 3.200.000,00).- Que solicita que el Tribunal acuerde de conformidad con los Artículos 585 y 588 del Código de Procedimiento Civil, se sirva ordenar la constitución de fianza suficiente que cubra las cantidades demandadas.-

 

Mediante diligencia fechada 05 de Marzo (sic) de 1.997 (sic), la parte actora consignó una serie de recaudos que sirvan de fundamento a la demanda.-

 

Mediante auto fechado 14 de Marzo (sic) de 1.997 (sic), el Tribunal de la causa admite la presente demanda cuanto ha lugar en derecho, por no ser contraria al orden público, a las buenas costumbres o alguna disposición expresa de la Ley; ordenando el emplazamiento de la parte demandada, a fin de que comparezca dentro de veinte días de despacho a dar contestación a la demanda.-

 

Cumplidos como fueron los trámites para lograr la citación de la parte demandada; el Dr. GUSTAVO GUERRERO ESLAVA, mediante diligencia de fecha 30 de Junio (sic) de 1.997 (sic), consigan poder que acredita la representación que ejerce sobre la empresa VENEZOLANA DE SEGUROS, C.A. .-

 

Mediante escrito fecha 30 de Junio (sic) de 1.997 (sic), la parte accionada procede a dar contestación a la demanda, el cual ríela del folio ochenta y cuatro al folio noventa y ocho.-

 

 

         Bien es verdad, que en nuestro derecho no existen fórmulas rígidas para la confección de la sentencia, pero de ahí a no acatar lo establecido por la ley hay una distancia muy grande.-

         En efecto, al leer lo que aparece como la parte narrativa o expositiva de la sentencia contra la cual se recurre, se puede apreciar, que se hace una detallada exposición cronológica de ciertas situaciones del proceso que pertenecen mas bien a una narración histórica del mismo y abruptamente se corta y se entra a resolver puntos decididos en la sentencia apelada.

         En concepto de la Sala, en el fallo recurrido no se cumple con lo establecido en el ordinal 3º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, de hacer una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que ha quedado planteada la controversia, pues de la contestación de la demanda apenas  se menciona que se efectuó y que consta en los folios del 84 al 98 del expediente . Nada se dice del fallo apelado, su oportunidad en que fue dictado y cual fue la decisión del a-quo.-

         Tal manera de sentenciar conlleva al juzgador de la segunda instancia, a incumplir el mandato establecido en el ordinal 3º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil.

Ha sido criterio reiterado de la Sala de Casación Civil en sentencia de fecha 25 de febrero de 1999, ratificatorio de la doctrina autoral consignada, que: 

“...el vicio de falta de síntesis en la decisión se comete cuando el juez obvia indicar, con sus palabras, cómo quedó trabada la controversia, de conformidad con lo alegado por las partes; por lo que si el juez da cumplimiento a tal requerimiento a pesar de transcribir todos los actos del proceso, no procede casar el fallo recurrido de conformidad con tal denuncia por falta de síntesis”.

 

“Aunque es de advertir que, el legislador al consagrar tal norma precisamente busca facilitar  el trabajo del decisor (sic) y evitar que se realicen largas transcripciones de todo lo actuado de lo cual no era posible deducir si el sentenciador había o no entendido el problema sometido a su consideración.”

 

 

 

         En consecuencia, en criterio de la Sala, la denuncia examinada la juzga procedente. Asi se decide.-

         Por haber prosperado la denuncia de forma analizada, la Sala se abstiene de decidir los restantes de conformidad con lo establecido en el artículo 320 del  Código de Procedimiento Civil. Asi se decide.-

 

DECISIÓN

 

Por las razones expuestas, el Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, en Sala de Casación Civil, administrando Justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, declara: CON LUGAR el recurso de casación anunciado y formalizado por la demandada, contra la sentencia dictada por el Juzgado Superior Tercero en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, en fecha 8 de noviembre de 1999. En consecuencia, se declara  LA NULIDAD de la sentencia recurrida y SE REPONE la causa al estado de que el Tribunal Superior que resulte competente, dicte nueva sentencia corrigiendo el vicio referido.-

 

Queda de esta manera CASADA la sentencia recurrida.

  

Publíquese y regístrese y remítase el expediente al Tribunal Superior de origen ya mencionado.

 

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación  Civil,   del  Tribunal  Supremo  de Justicia,   en Caracas, a  los (03 ) días del mes de Agosto de dos mil. Años: 190º  de la Independencia y 141º de la Federación.-

 

El Presidente de la Sala,

 

 

 

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FRANKLIN ARRIECHE G.

              

              

                                                                                                                                     

El  Vicepresidente,

 

 

 

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ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ

 

 

 

 

 

Magistrado – Ponente,

 

 

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CARLOS OBERTO VÉLEZ

 

 

 

 

 

La Secretaria,

 

 

 

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DILCIA QUEVEDO

 

 

 

 

 

Exp. Nº: 00-098